Trabajamos distintos tipos y sistemas de calefacción. Los sistemas de calefacción se pueden diferenciar según la fuente de energía (biomasa, geotérmica, eléctrica, solar y gas) o según el sistema de calefacción que se use (eléctrica, bomba de aire, calderas con radiadores de agua, suelo radiante…). Estos son algunos de los sistemas de calefacción con los que trabajamos:
Este sistema es uno de los más empleados en los hogares. La fuente de energía utilizada es eficaz y no contamina. Esta fuente de energía nos sirve tanto para la calefacción como para el agua caliente y la cocina. Además se puede elegir entre 3 tipos diferenciados de combustible: gas natural, gas propano o gasóleo C.
El Gas Natural es perfecto porque no tenemos que preocuparnos de su almacenamiento ni de su sistema de distribución.
El Gas Propano también es una fuente de energía perfecta para grandes viviendas ya que su potencia calorífica es superior a la del gas Natural y muy parecida a la del gasóleo. Otra ventaja de este sistema es que se puede almacenar fuera de la vivienda.
El Gasóleo C debe almacenarse en tanques en el interior de la vivienda y por tanto resulta algo más peligroso, también es más sucio y contaminante, pero resulta ser una opción fantástica para calentar viviendas de grandes dimensiones o viviendas unifamiliares.
El uso de cualquiera de estas fuentes de energía requieren de la instalación y uso de radiadores para distribuir el calor de una manera homogénea.
Este es el sistema por excelencia más utilizado. El calor se produce a través de la quema de gas natural en una caldera y se distribuye a los radiadores mediante el agua dando calor en aquellas estancias que lo necesiten.
La elección del agua como portador del calor es debido a que es una sustancia barata que proporciona un calor mayor que otras sustancias
La caldera utilizada puede ser para un único usuario (calefacción central individual) o para toda una comunidad de vecinos (calefacción central colectiva).
Es uno de los sistemas de calefacción más confortables y el idóneo para los climas muy fríos. Para disfrutar de este sistema de calefacción hay que realizar una instalación que consiste en colocar cables eléctricos o tuberías por las que circula el agua a alta temperatura, estos cables o tuberías están ocultos bajo el suelo de la vivienda. En este sistema de calefacción el calor se propaga hacia arriba calentando el suelo y el ambiente de la vivienda de una manera muy agradable y confortable.
Este sistema tiene varias ventajas como son la estética de la vivienda al no existir radiadores en las paredes, el calor agradable y uniforme que desprende, el ahorro en el consumo de calefacción… y además la instalación de este sistema aporta de por si un aislamiento térmico y acústico a la vivienda
Esta otra opción es muy interesante ya que permite tener calefacción en invierno y aire acondicionado en verano a través de un solo aparato. Esta bi-funcionalidad hace más económico la inversión en ambos servicios y hace que la instalación sea más simple